lunes, noviembre 13, 2006

Una partida de Risk

Anoche, al irme a dormir, encendí la radio.
Es algo que hace muchos años que no hago con asiduidad. La radio ahora solo me acompaña en las mañanas camino de la oficina.
Sin embargo, anoche, no sé aún como ni porqué, decidí encender el transistor al apagar la luz, como en aquellos años universitarios.
No tenía un dial pensado. Me limité a pasar. No sabía que buscaba.
Y de repente, apareció una vieja canción de aquellas épocas de la Gramola en M80 (y hablo de igual hace 9 años) cuando un chaval que respondía por Tonchu (no estoy seguro de que se escriba así) cantaba aquello de la partida de Risk.
Me trajo muy buenos recuerdos porque aquella canción marcó una época, allá entre cuarto y quinto, antes de irme a Londres para terminar, cuando la juventud brotaba en las jornadas nocturnas del grupo de astronomía.
El caso es que anoche no escuché nada más. Fue suficiente la canción para recordar la voz de aquel locutor (¿Joaquín se llamaba?) de la gramola de entonces, para recordar a un grupo de personas del que hoy apenas tengo noticias (Nuria, Gema, Ivan, Raquel, Yolanda, Julia...) y , más aún, recordar una etapa.
La canción me resultó, eso sí, distinta. Los recuerdos, ya se sabe, se cambian con el tiempo sin darnos cuenta convirtiéndolos en imágenes dulces.
El recuerdo, sin embargo, fue muy grato. Por todo lo que aquella época significó. Hoy, si bien hay muchas cosas que han cambiado una barbaridad, otras no lo han hecho tanto.
La duda que me surge entonces es si estoy conforme con lo que no ha cambiado o quiero hacer algo para que cambie. Supongo que hasta ahora siempre que he querido que algo cambie, no he dudado un segundo.

5 comentarios:

Unknown dijo...

El cambio, como combustible de la vida. Una vez, alguien muy sabio (que no anciano) me dijo que lo peor sería el día que no tuvieses la sensación de que algo necesitaría ser cambiado. Eso es ser viejo.

Con respecto a los recuerdos, es curioso lo que dices. Una canción te trae un recuerdo. Siempre son sentidos (los secundarios) los que hace recvivir momentos olvidados. Un olor, un sonido...

Sentidos más animales, que la vista.

Gaby del Río dijo...

Entonces debes comenzar cambiándolo todo, por ejemplo, cambia tus rutas para ir al trabajo, cambia tus toallas de lugar, cambia tu cama, cambia tu forma de caminar, ve cambiando poco a poco, todos los días, pero solo un poco....eso funciona a veces...
Un beso
:)

Tomás Ortiz dijo...

A mí esa canción me recuerda también cosas melancólicas: una antigua relación, en la que puse toda la intención, y que al final no salió bien. En esa época, Tontxu fue a dar un concierto a mi ciudad, y aprovechando que yo estaba por entonces trabajando como reportero en un periódico local, le hice una entrevista, porque era fan, pero fan fan.
Recuerdo aquella entrevista como la más divertida y agradable que he hecho, y he hecho muchas desde entonces. Quizás fue de las primeras, y eso marca, sobre todo con alguien que lo puso tan fácil.
Dos semanas después, caí enfermo, me operaron de urgencia y pasé un mes en el hospital. En esa convalecencia me di cuenta de todo, de que la vida había cambiado y, con ella, las personas que me acompañaban.
Quizás por eso ahora no soporto los hospitales, ni a aquel ex de entonces... ni tampoco a Tontxu.
Saluditos apretados

ilne dijo...

La respuesta solo la tienes tu.
hay veces que los cambios vienen solo y otras veces que los provocamos nosotros. aunque no soy buena consejera, valora que es lo que no has cambiado y si eso te compensa y luego si puedes actua.
suerte
besotes

Anónimo dijo...

Es cierto los recuerdos cambian..por eso he decidido no vivir de recuerdos.
recomenzar.blogspot.com