miércoles, febrero 27, 2008

De repente un extraño

No se muy bien como ocurren estas cosas. De repente uno se encuentra mirando al cielo; hay luna llena cubierta de nubes que la ocultan. Las estrellas son un espejismo que de repente se vuelven nítidas. Sentimos el frío, el calor, ¿qué más da?
Y escuchamos una canción.



Una canción que por algún motivo marca un momento, un periodo, un día, unas horas; una canción cuya letra nada tiene que ver con lo que ocurre, con lo que te rodea pero que, de alguna forma, queda asociada indefinidamente.

Me gustan esos momentos por lo escasos que resultan. No porque no haya momentos entrañables, no porque no haya canciones. Sino porque la magia, la conexión, solo se da en ocasiones que podríamos llamar especiales.

Es viernes. Se me ha pasado la semana queriendo escribir unas líneas. El trabajo, ciertas obligaciones familiares, poco sueño y muchas tareas, algunas, ociosas, naturalmente.

Pero no podía pasar más tiempo sin ciertas referencias al fin de semana pasado, ese que comenzó en un coche, camino de Alicante, aquel que sorprendió en la noche junto al mar, muerto de frío, arrullado por el calor de las estrellas.
Un fin de semana diferente, de noches en un barco, de días de navegación frustada, de comidas y cenas, de gente nueva, de fiestas, de sabor iberoamericano, de historias del otro lado del océano, de juegos, rones, cocktails, estrellas, más estrellas, muchas más estrellas.
Y mientras el Madrid se piensa como ganar a la Roma, mientras los debates políticos colman la realidad en periódicos y televisiones, mientras la rutina y el trabajo colman el día a día, yo canto aquello de los Hombres G...

Hoy me siento bien. Dando volteretas esta vez he llegado al nuevo fin de semana. Donde por supuesto, una nueva fiesta Iberoamericana sorprenderá con canciones, cocktails y, quien sabe si, también, con un karaoke.

martes, febrero 19, 2008

Para vosotros

para vosotros que os conocí en la red, que nos visitamos virtualmente y que me permitisteis aprender a apreciar a ciertos grupos que de otra forma me habrían pasado desapercibidos.

Y a pesar de que algunos digan que esto es un concurso trasnochado.

En cualquier caso, creo que sabréis apreciar la noticia. Ahora solo falta que haya suerte.
http://www.abc.es/20080219/gente-ocio-tv-radio/autor-laura-lidera-votaciones_200802190643.html

martes, febrero 12, 2008

Es una lata...

...el trabajar.
Y no poder sacar un segundo para escribir unas líneas. Más son los cambios que vienen. Que siempre resultan en pequeños imprevistos.
Pero no nos quedemos en los detalles laborales, que mal que bien siguen ya siguen su camino encauzados por su sendero; quien sabe si el correcto o no...

Yo soy uno de esos tipos llenos de contradicciones. Muy práctico y frío a la hora de buscar los porqués a la vez que creyente porque sí, sin preguntar más, cuestión de Fé.
Quizás por eso siempre digo que el destino no existe que nosotros lo creamos con cada acción, en cada momento, a la vez que escribo posts como este, en el que voy a hablar de como los años bisiestos (o los que terminan en múltiplo e 4, tanto me da), tienen un algo especial para mi, pues forman parte de mi destino.

La vida es una sucesión de ciclos. Como la economía, paradojas de la vida. Momentos en los que a uno le va mejor, momentos en los que le va peor. Y no hablo de trabajo, no hablo de dinero, no hablo de salud siquiera (aunque todos ellos, sin duda, influyen enormemente especialmente cuando existe un problema grave). Hablo de sensaciones, de sentimientos, de días en los que sin que ocurra nada especial te sientes lleno de adrenalina dispuesta a desbordarse.

Tengo la sensación de que esos momentos se dan cíclicamente; si, cierto es que cada año tiene de todo, de lo bueno y de lo malo. Pero hay años especiales. Uno de cada cuatro en este caso.

No sé bien como distinguirlos. No sé bien como ocurre o por qué razón. Simplemente, un día, la rutina empieza a romperse. Pequeñas anécdotas, pequeños encuentros, pequeñas cosas que ocurren.
Como burbujas de agua que suben hasta escapar en una cazuela llena a punto de hervir. Sólo unos momentos más y ¡plaf! El agua estará saliendo por el borde, empapándolo todo. Y podremos disfrutar de esa sensación de humedad que da el vapor caliente en la cara.
Pero para eso está la primavera y el verano. Que el 2008, con sus sustos, sus crisis y sus cosas, huele a agua hervida.

No en vano es el año de la graduación.

domingo, febrero 03, 2008

Show Business

Mientras el entorno laboral sigue su camino de espinas, prefiero dedicarme a otros placeres más terrenales. Al menos más divertidos, quizás, también, más sensuales.
Pero no penséis mal. Hoy os voy a hablar, si no lo he hecho antes, de esa afición mía, el show business.

Un alma trajeada, sería, que cualquiera que se cruce con ella en la calle definiría como un hombre de negocios. Ese termino tan inglés e indefinido del business man.
Sin embargo quien se fija en detalle puede ver ciertas ropas que se esconden bajo la camisa y la corbata. Quien decide seguirle, encuentra la sorpresa al verle entrar en un teatro, un cine, o cualquier otro lugar donde haya un escenario.

Son tiempos no obstante, en que prefiere quedarse entre bambalinas. En las sombras, viendo como otros suben a la palestra a dar lo mejor de sí.
Muchos compañeros le echan en falta y le animan a volver.

Pero aún no me siento preparado para ello.

Esta semana, sin embargo, se han juntado varias coincidencias.
El miercoles me encontré sin esperarlo de espectador de una obra casera, muy dinámica; un grupo de teatro en inglés donde una amiga hacía gala de sus mejores dotes sobre el escenario. It's my party sorprendió y rompió moldes. No fue la mejor obra del mundo, tuvo sus errores, pero fue excepcional. Porque fue el resultado de el esfuerzo de un año de un grupo de personas y de su ilusión. Me pareció excelente el resultado. Y me alegré por ellos, por los aplausos, porqe muchas veces he estado ahí y se lo que se aprecian esos aplausos, el premio al esfuerzo.

Esta semana también tuve tiempo de retomar un viejo video, grabación de una obra musical del 2005. Tuve tiempo para montarla y dejarla lista para la presentación en público. El MammaMía Show. Uno casero, por supuesto. Si, ya sé que querríais que lo pusiera aquí, pero el resto de protagonistas podrían dejarme esteril si lo hago y no es plan.

También ha sido tiempo de vivir un poco de teatro en la vida real. No ya el laboral, que es un rollo. Los dramas nunca me han ido. Yo soy más de comedia.
De la comedia de las relaciones. De los juegos humanos. De los anuncios, de las funciones.
Funciones tearales
Claro que es difícil volver a hacer menciones aquí. La esterilidad me da mucho miedo de verdad.
Así que mientras busco alguna canción para esta tarde antes de salir a pasear bajo la lluvia madrileña, me quedo con un sueño. Kasandra's dream. Que no pudo ser. Aunque quizás si pueda ser algún día aquí cerca, en Zaragoza, donde en el desierto están construyendo las Vegas Europeas.
Para que aquellos que quieran casarse a lo Elvis no tengan que ir tan lejos.

Besos sensuales de domingo.