lunes, octubre 29, 2007

Y eso de Halloween de donde viene?

Pues la tradición es Irlandesa.
Los granjeros de este país la llevaron a USA, que la tomó como suya y ahora la celebrán más aún haciéndola famosa.
Resulta que la tradición Celta fija este dia como el último del año, aquel en que los muertos quieren volver a la vida. Por eso, en las casas se colocan calabazas con forma de monstruos para auyentar a las almas que quieren regresar (que cosas, no para asustarnos a nosotros)
Los gobiernos locales muchos años atrás, en los pueblos, pedían dinero a los campesinos para preparar las celebraciones y así auyentar a los malos espíritus y garantizar con ellas que las almas en pena no volvían y sí pasaban al otro lado en esta noche. Para conseguir los fondos, implementaron el "truco o trato" que es como un "o me das dinero o te puedes llevar una sorpresa"
Esto luego se convirtió en la tradición que hoy lleva a los niños a la caza de caramelos por las casas.

Me gusta Halloween. Durante años me he disfrazado, incluso cuando nadie lo hacía. me gusta encontrar una fiesta en la que pasarmelo bien bailando disfrazado de cualquier cosa siniestra.
Este año, sin embargo, no me voy a disfrazar. No tengo fiesta y casi casi ningún plan especial. ¿Será que me estoy volviendo mayor?

jueves, octubre 25, 2007

Mola...guay...

Hay un anuncio de esos que dicen tener éxito, esta vez de cocacola. Señor ¿Señor, yo?
El anuncio está bien si no fuera porque nadie se cree que unos amigos quedan para tomar algo y todos piden una cocacola en lugar de unas cañas.
Pero aparte de eso, se habla de lo que se decía allá, hace 20 años cuando esta generaión estaba en los 10 menor que edad menor que 20
Hoy por la mañana mientras escuchaba la radio me preguntaba qué se dirá ahora.
Inconsicentemente seguimos usando las mismas expresiones en nuestros círculos. Por supuesto de una forma mucho menos macarra, o mucho menos fardona...pues después de todo somos ya mayores y tenemos una imagen que mantener. Pero en nuestro vocabulario sigue estando el ¡qué guay!. Que cuando se me escapa a veces pienso que no debo decirlo porque parezco un niño. O el ¡mola! que no el mola mazo del consabido...
Pero la pregunta es ¿qué dicen los jóvenes de ahora? Os propongo que pongáis en los comentarios qué pensáis que dicen.
No por nada. Si no por intentar seguir siendo joven y no solo parecerlo :-) Y de paso, reirnos un poco, que me ha dicho mi doctora que es bueno para la salud.

domingo, octubre 21, 2007

Mundos Paralelos

Seguro que al leer este título, muchos puedan pensar que el contenido vuelve a tratar sobre hechos, digamos, paranormales, misteriosos o algo similar.
Sin embargo, no es el caso en esta ocasión.
Leía el otro día una novela en la que uno de los protagonistas hablaba de los mundos paralelos. Para Niall, sin embargo, los mundos paralelos eran las vidas, tan distintas a veces, de personas que un día se cruzaban en cualquier lugar, por casualidad.
La idea me atrajo; no sé si me sorprendió pues supongo que es algo que siempre está ahí, que se sabe pero que por alguna razón no se percibe.
Me recordó Another Day in Paradise. Pero sin llegar al extremo de lacanción, me hizo pensar como en una misma ciudad, en una misma manzana, grupos de personas, ecosistemas totlamente diferentes se cruzan sin saberlo, sin conocerse, en vidas totlamente distintas que nunca sabran la una de la otra. Un dia, sin embargo, una persona que conoce a otra que es amiga de no se quien te presenta a otra y las vidas se cruzan. A veces los caminos se juntan un tiempo. Otras, aquello es simplemente un cruce de palabras y nada más.
Pero de alguna forma, todo ello, por esa teoría del caos, nos influye, de alguna manera.

Esta noche me he conectado no se muy bien por qué. Estoy agotado del fin de semana. Demasiado trabajo. Necesito descansar, tomarme unos días sin viajes, en casa, tranquilo.
No sé qué me pasa. Pero la ilusión de otras veces, de siempre, la iniciativa, las ganas, cada vez se quedan mas escondidas en algún lugar recóndito dentro de mi. Supongo quelas paredes amarillas sin pintar de la nueva oficina, el suelo antiguo, el edificio con carencias sustanciales de mantenimiento y el entorno gris me van haciendo un poco más gris a mi también. Cuando llegamos aquí hace apenas 8 meses, esa fue una de las cosas que me sorpendió. La gente era gris. No es que no se rieran, o no fueran personas normales también. Era un algo, un halo, la formadevestir, de agachar la cabeza, de mirar con resentimiento, de pasar de todo... Cuesta mucho resistir siendo positivo en este entorno. Supongo que eso solo significa una cosa: tiempo de cambio.

Pero no vamos a dejarnos engañar por esos sentimientos de domingo por la tarde. No.
De moto vamos a vivir. A sentirnos felices porque el color rojo Ferrari ha ganado (porque ya me tenian cansado con tanta dispunta A-H) y porque esta semana de alguna forma, después de los viajes, volveremos a jugar a buscar la ilusión en las pequeñas cosas.

domingo, octubre 14, 2007

el tiempo y los perfiles

Mientras leo Literati, mi mente recorre Historia de una Escalera.

Mientras mi presente se revuelve con las convulsas historias del escritor, mi mente piensa en la vida, en las gentes, en como el tiempo marca la transformación de la fuerza y el impulso de la juventud en la decepción y decadencia de la vejez, quizás, incluso, de la madurez.



Y sin saber bien como ni por qué, la vida de los personajes se tornan en representaciones teatrales de aquellos que me rodean en la vida real.



¿qué buscan las personas? Supongo que todos buscamos algo distinto; o quizás, en el fondo, buscamos lo mismo. Una manera de encontrar la felicidad. El camino, eso si, es distinto para unos y otros. El de los que luchan, el de los que se lamentan, el de los que se conforman...

Solo unos pocos siguen un camino, no diré ya ejemplar, sí distino. Aquellos que sacrifican su interés personal por un objetivo mayor, más profundo, quizás destinado a quedar recordado para la posteridad.

Siempre pensé que tener un hijo sería el camino de superar unos objetivos para acercarme a otros. De buscar la felicidad y el bien de otros en lugar de la felicidad personal. Supongo que es algo que no descubriré nunca. Pues los hijos quedan muy lejos de mí.

Y mientras tanto me fijo en los que me rodean, intentando ver detrás de cada par de ojos, de cada pupila los anhelos, las esperanzas, los sueños.

Los sueños de la mayoría de la gente son simples. Porque en el fondo a todos nos gusta ser felices.

viernes, octubre 12, 2007

Y yo con el salero lleno

El enjoy queda ya lejos. La semana, cargada de trabajo, también. Y la siguiente se ve aún lejana.
El viernes se presenta tranquilo. Demasiado tranquilo. Aunque las vibraciones del teléfono me hacen saber que las sorpresas vendrán por la noche. Sin embargo mucho me temo que no serán las sorpresas que yo buscaría. Ni las vibraciones que recuerdo de esta semana que pasó.
Hoy me considero un aventurero. Quiero mirarme al espejo y ver mi camisa transformada en una cota de malla, mis vaqueros en pantalones de cuerbulli; ver como mi portátil se vuelve espada en mi cintura y mi abrigo se mueve como capa al viento.
Quiero saltar aventurándome a lo desconocido para ver como mi sangre rebujita en mis arterias cuando los peligros y las aventuras juegan conmigo. Para sentir viva mi sangre. Para sentir la vida.
Por eso me agito ahora impaciente. Dejando que mi sangre se vuelva más roja en un intento por saborear de nuevo la adrenalina.
Como hace tan sólo dos días.
Una pelota que viene y va sin mucha fuerza. Risas. Juegos y más juegos. Cercanos, a veces demasiado. Cervezas que se precipitan rodeados de tapas, música y videos del pasado que recuerdan los primeros años, las primeras series, las primeras risas, no tan perfectas como estas de ahora.
Un karaoke que no llega a tener lugar. Y una necesidad que mi sangre ardiendo pide, pide y no deja de pedir. Tos, un sentimiento de protección, una chaqueta que abriga y una gasolinera. Es noche de estrellas, estrella de la una que se convierte en cuatro. De la camisa que no hace falta usar. De las llamadas de teléfono a las dos de la madrugada. Es mañana de resaca, de aguas que vuelven a la calma, de esperanza. Lo último que se pierde.

martes, octubre 09, 2007

Enjoy V


No actualizo. Se me echa el trabajo y con él, el tiempo encima. Pero no podemos dejar sin hablar de lo que fue la aparentemente última convocatoria del Enjoy, 5 años después.


Los pactos con seres de otros mundos son siempre productivos. Y una vez más sirvieron para que el sol brillara en Toledo, hasta el punto de quemar mi coronilla, permitirnos disfrutar de la manga corta y de una buena comida en la terraza en lugar del salón incialmente preparado.


El juego comenzó tarde, más tarde de lo indicado pero, desde luego, según lo indicado por la organización. Los jugadores corrieron, saltaron, persiguieron las pistas, se las ingeniaron para colarse en la catedral, convencieron a los guardias de seguridad para que les ayudaran, con sus walkies e incluso una monja ayudó a alguno a encontrar cierta capilla. Pocos fueron los que consiguieron el teléfono de la camarera del café de las monjas y muchos los que se la jugaron para conseguir una tarjeta de Zara o una pajarita en una tienda de sombreros. Al final, el juego resultó uno de los mejores de las últimas convocatorias con premios especiales para algunos jugadores.

El mesón D Diego nos recibió con sangría, chuletones, vino y revueltos para dejar paso a fotos, un paseo, un helado o un refresco y una vista del atardecer desde el parador. Tiempos nocturnos que cerraron un día completo ya en Madrid con juegos de luces y sombras, juegos de mujeres y hombres.

Una edición más que no pudo ser la última porque la fuerza de los participantes, este año menos que el anterior, no dejo que así fuera.


Nos vemos en la próxima.

miércoles, octubre 03, 2007

Cuando un Huevo quiere sal

No me gusta en general la música de Julieta. Pero tiene razón en aquello de querer con limón...y sal.
Prefiro, puestos a estar de moda y ser modernos, aquel Te Entiendo de PigNoise.

Quizás por eso esta mañana, cuando caminaba hacia la oficina, bajo la lluvia, por una vez prevenido por un paragüas, fue la canción que me vino a la mente, quizás ayudado por la sintonía de la radio, si bien mi mente pensaba en la sal.

Anoche cene poco. Algo improvisado después de algo de ejercicio. Quizás por eso el plato me sorprendió. Porque no esperaba nada especial. O quizás si, de igual forma que un niño siempre espera una grata sorpresa en la forma de un regalo escondido en la mano grande en la espalda de su abuelo.
La presentación del plato fue muy buena. Si bien había que acercarse para distinguir la belleza de la misma. Los ingredientes sonreían desde el plato con cara de inocentes si bien mucho me temo que aquí el inocente era yo. De alguna forma, iban de una esquina del plato a la otra. De un rincón a otro. Talmente parecía que se tomaban unas cañas y que les cerraban todos los garitos por los que al final pasaban.
Y es que al parecer, este huevo quiere sal.
Es una lección que aprendí hace años, con un amigo, diestro a la vez que nóbel en aquel entonces en la cocina.
Y es que la escuela de teleco, en contra de lo que muchos piensan, era un lugar donde se aprendía alta cocina.
Así que sin desviarnos, volviendo a los ingredientes y al huevo que condimientaban, ayer no se debían comer. Y es que nada me place más que ve como todos esos elementos se mueven en el plato de una esquina a la otra pidiendo sal.
La sal no es buena para el corazón. Lo acelera, fuerza su ritmo, hace que te canses.
Pero cuando salpica algún plato, resulta difícil resistirse.

Y es que cuando he decidido poner sal en el plato, de repente me he encontrado muerto de sueño (quizás haya ayudado el dormir poco o, mejor dicho, menos) y saltando bajo la lluvia, viendo las nubes cambiar de color.

En fin, que últimamente no salgo de una para entrar en la otra y escribo cada vez mas para allá. Menos mal que la letra es uniforme porque si fuera manuscrita mucho me temo que los desvaríos a estas alturas serían ininteligibles.

A todo esto, el sábado a las 11:00 en Toledo comienza el Enjoy V. Simplemente, junto al Alcazar.
Pruebas, Gymkana y diversión antes de comer.

Enjoy!

lunes, octubre 01, 2007

Sana, sana...

Sana sana, le digo a mi alma cuando cada noche me pregunta por el camino a seguir
Un camino difícil de elegir.
Camino de Castellana. Gentes en las calles. Coches lleno de jóvenes que visten sus galas camino de una fiesta, una copa o un juego.
Camino del centro, oscuro, apartado, frío. El tiempo se pierde en las noches de domingo que poco antes de las doce dejan locales a punto de cerrar, con sus suelos llenos de papeles, de restos de películas que marcan su auge 4 o 5 horas antes. Días marcados por el atardecer que sorprende antes y del que apenas nos damos cuenta hasta que la hora vuelva a tener el capricho de cambiar.
Es tiempo de risk. De partidas y de juegos, de nuevas historias, nuevas gentes, de casas rurales con mantas de oso que nos tapan junto a un fuego que juega a enseñar caras de otros mundos entre lamentos del crepitar de la madera ardiendo.
Me pierdo queriendo ser invisible en la ciudad. Pero la gente me ve. Paso desapercibido en la noche de Chueca, de Moncloa, de Alonso Martinez, en la noche de chicos y chicas que salen en busca del calor de la música y los bailes. Pero pierdo mi don el domingo, cuando a esa misma hora solo quedan letreros brillantes y ojos que miran con interés bajando por Montera.
El horario laboral impone sus reglas al duerme cuando mueras que mi carpe diem personal intenta imponer al tiempo.

Sana, sana, le digo a mi alma que indómita se relame las heridas de la lucha por encontrar lo escondido, lo nuevo, lo recóndito. Busco algo nuevo en cada esquina. Lucho contra en tiempo.

La mente se va. Se pierde en tonos ocres de otoño. De Hayas que juegan a esconder magos y brujas entre sus ramas, perdidos en la visión de unas setas alucinógenas.
Hoy no me apetece correr. El cuentakilómetros marca la velocidad justa, sin miedo a rádares. El viento en la cara ya no atrae a mi adrenalina.

Y entre tanto, quiero cerrarlo todo y ver una película mientras me quedo dormido pensando que mañana de nuevo un milagro hará que pueda ver amanecer.