El problema de un septiembre como este es que como no refresca lo suficiente por las noches, resulta que la nieblilla esa, brumosa, de la sierra, no se va...y el cielo queda totalmente ocupado por el resplandor de la ciudad y al final, con la tontería, te quedas sin poder disfrutar de una noche astronómica.
Eso ocurrió el sábado, cuando decidimos cancelar nuestro visionado.
Lástima, porque me quedé con las ganas de ver la M31...en andrómeda.
La próxima ver será.
No hay comentarios:
Publicar un comentario