Cocktail night

Que mal llevo que el verano se termine (vamos no tener vacaciones o jornada intensiva)
Porque llegan los jueves como ayer. Y el viernes por la mañana el cuerpo se resiente.
10 kg de Q10 hacen lo que pueden pero no milagros. Y todo por unos cocktails preparados por cockpita en el bar de siempre (esa mesa improvisada en la piscina de kkg)
Empezamos con la comprita, con ese mail de la marquesa que nos habla de que si llueve que sea a partir de las 12 como si a esa hora nos fueramos a recoger...(aun recuerdo su cara a las 2,30...)
Y la noche seguía.
El Coronel mantuvo su valor, para con su acto psicomágico durante bastante tiempo pero finalmente cayó y habrió la boca. Marquesa, el próximo turno es tuyo si bien el Coronel tendrá que pedir esa prenda íntima.
Anda que con intimidades querías jugar ayer, pendoncilla, y todo por conseguir pintarme una uña. Yo me pregunto que placer puede dar a unas mujeres hechas y derechas (Coronel, no hagas comentarios, por favor...) el pintarnos las uñas para luego darnos quita-esmaltes.
Esto parece una paranoia.
Gonaitor también estuvo sembrado si bien como siempre se me olvidan esas frases gloriosas, esos momentos en que a Marcelo le dan sus ataques de risa y pierde el acento sureño (del hemisferio sur, vamos), y olvida lo de meter su cara entre los senos de sus vecinas.
Y eso si que me da rabia (no que meta la cara donde sea, claro, que allá ellos), sino olvidarme. Porque la cosa es sencilla pero a mi se me olvida.
Entre tanto Salao estuvo recordando la de puntos que se podían perder si nos pillaban a la salida. Pero lo cierto es que CockPita estuvo bastante moderado y con la experiencia de ocasiones anteriores, esta vez nos deleitó con sabores intensos pero poco cargados y salvo algunas piñas coladas al principio, luego se dió a las Islas del Sol, a las Islas del Coco (y este con qué éxito), a los cañoneros y al siempre bien colocado Shirley Temple con su Ginger Ale.
La verdad es que la Isla del Coco estaba bien bueno aunque costara tomarlo con las pajitas al estar dentro de las piñas y quedarse los trocitos de esta enganchados.
Eso sí, con ese color lechoso le sujeriré a CockPita para la próxima vez envases mucho más amplios. Pero no nos pongamos eróticos, ¡por favor!
El resumen final es simplemente una noche más memorable. En la que menos mal que no caí en la tentación (bueno, después de no caer en la tentación de las guindillas con lo que ya sabéis que me gusta a mí el cuerpo) porque sino, la mano, durante esos 15 segundos, hubiera estado en tal sitio que alguien se hubiera arrepentido mucho de haberse ofrecido. Pero Hugh está dormido desde hace un par de semanas y Bosco, después de todo, es un caballero.
La luna llena, impresionante, la imagen de la noche, una noche repleta, por otra parte de checkcalls.
Esta noche dudo que hacer. Después de los compromisos familiares (y es que es día 8 de Sept, y no puedo faltar...) dudaré entre unirme a la Familia (si, la otra, la de las mayusculas...), ver una peli tranquilamente (en el cine con las couples) o irme por ahí de ruido blanco. Ay, ay, ay...Hugh, como estás, y eso que estás dormido.

Pero de momento y mientras amenizáis la última mañana laboral de esta semana, ¿qué tal si añadís unos comentarios para que podamos acordarnos de todo eso que pasó anoche?

La marea del viento se lleva mis recuerdos...