viernes, septiembre 22, 2006

Congresos

Viernes. 7 de la tarde. Un día extraño de septiembre después de un congreso que ha durado ya cuatro días.
La historia del trabajo, la broma del lanzadote o Lanzarote, las bromas de fin de semana han dado lugar a 4 días que quedarán en el más absoluto silencio.
Hablaremos, si, de ese fenómeno social que son los congresos, cuando como parte comercial, interesada en vender, juegas a ser el mejor amigo de tu cliente, cuando como parte compradora, como cliente, disfrutas de la compañía de guapas señoritas, comerciales, cuando el día a día de 4 días se transforman en risas y jaranas.
Viajes en coche, turismo, el Timanfaya, risas, bromas, todo muy político. Conferencias, partidos de paddle, cenas de gala con los consejeros delegados, guapas señoritas reclamo en los stands.
Es como la corte de un rey donde un algo mando ejerce el papel de éste, rodeado de sus allegados, sus aliados y donde una cohorte de creadores de negocio, de managers de cuenta, de directores de múltiples compañias revolotean como bufones a su alrededor, como parte de esa hidalgía española de tiempos modernos, ni siquiera contemporáneos.
Aparecen entonces las noches en la isla. Copas. Cenas. A veces pasión y lujuria. Lujos ostentosos. Masajes y talasoterapia en el hotel.
Aplausos de una conferencia que termina.
¿y después?
Después queda el recuerdo de un lugar paradisiaco, algunas risas, un par de noches, unos ojos y un promesa de ir por Madrid, unos largos en una piscina de agua con sal, un amanecer en la playa rodeado de gente que apenas conoces y que aparentan ser tus mejores amigos. Un recuerdo agridulce.
Exagero un poco. Bastante. Y seguro que las percepciones objetivas son mucho más simples y anodinas. Quizás más pragmáticas. Pero lo cierto es que el juego es divertido. Y la sensación, queda ahí.

Del resto no diré nada. Ya he dicho bastante. Quizás, algún día, los recuerdos de este presente, entonces ya pasado, aparezcan de nuevo.
Tiempo al tiempo. Y de momento, ¡que coño! La semana se ha presentado realmente bien.
Y no me voy...porque tengo unas ganas de poner aquí algunas fotos...pero me voy a contener. Espero que me perdonéis.
Empezemos el otoño...o al menos el fin de semana. Que tiene buena pinta.
Y no os olvidéis de que la semana que viene es ¡enjoy!

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy mal el no hablar y contar las cosas.
sácalo de ti!!!
sácalo de ti!!!!!!