martes, julio 04, 2006

Oasis

El camino era duro. Sin embargo, aquella tarde encontré un oásis. Me habían dicho donde estaba y las fiestas poco decorosas que, en ocasiones, allí se celebraban. Así que abandoné las murallas de barro de mi ciudad donde toda la mañana había estado poniendo orden en mi recién construída nueva morada.
El vergel realmente no estaba lejos. Pero el peso del calor durante la labor de la mañana hacían que al respirar notara esa sequedad en la garganta en este Madrid nuestro, a comienzos de este mes de Julio, cuando el asfalto del camino levanta espejos grises que reflejan los rayos de sol.
Mi ciudad ha perdido su encanto. Lo sé. Los muros de barro se tornan en rascacielos y edificios de ciudad. Y la magia de la arena que flota cubriéndolo todo no es más que pestilente polución.
Pero el oásis está cerca. Y al llegar todo vuelve a tornarse en sueño. El agua espera, primero algo fría, luego ya da igual. Los bordes de la piscina se desvanecen como orillas de arena. El verde cesped que nos rodea y algunos árboles aparecen en mis pupilas como altas palmeras y frondosa vegetación que rezuma agua.
La música es estraña. En mi oásis no hay música árabe sino que suena Franky. Habla de New York, de amor. Y mis ojos se cierran buceando en el azul de los cocktails que se agitan en mis manos. Curaçao, Oasis, Piña Colada.
Los aspersores se disparan como un geiser a nuestro alrededor. Es la lluvia que cae en este rincón del planeta que, esta tarde, nos hemos atrevido a crear.
Son momentos. Los de ese baile entre risas del que no nos acordamos, el de esos amigos que se dejan llevar por la música. Los de ese fresco que nos pone la carne de gallina al borde de la piscina, de esas toallas que se mojan, de esa pelota que no se sabe donde está.
No necesitamos más. Quizás algo de comer, algo sencillo, ¿pizza quizás?

Un recuerdo imborrable para poder recordar. Algo sencillo. Un paraiso, en la ciudad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo maestro!!! BRAVO!!!

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena!

/Peter

Anónimo dijo...

Y qué bien me lo pasé... pero qué bien.

Marquesa.