lunes, julio 10, 2006

Franky

Franky, te quiero mucho
Porque aún después de muerto eres capaz de hacer mágico un momento.
Eso si, necesitas una pequeña contribución: la ilusión de la gente.

Marquesa, me encantará que la próxima vez confíes en la fuerza de mis brazos y te dejes caer...porque solo así, sin preocupaciones y olvidandote podrás disfrutar de verdad, dejandote llevar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi duelo de miradas con la marquesa vencí por un ajustado 2 a 1,con 1 victoria y dos tablas en tres contiendas.

Anónimo dijo...

1) Querido Pedro, no es verdad que ganaras. Lo sé yo, tú lo sabes, ambos lo sabemos.
Pero estoy abierta a un duelo de nuevo cuando tú quieras.
SIEMPRE, Y HE DICHO SIEMPRE, TE VENCERÉ. Una, dos, mil veces. SIEMPRE.

2) Querido Mr Pita, mi problema, aunque no te lo creas, es que a veces soy un tanto confiada, al menos hasta que no me dan motivos para no serlo. Pero realmente no es un problema, aunque a veces pueda causar me algún inconveniente. En general son más las ventajas que los inconvenientes. Así que la próxima vez confiaré en tus brazos hercúleos para sostener mi peso elefantino y me dejaré caer cual pluma. Total, lo peor que puede pasar es que nos echemos unas risas desde el suelo. ¡¡¡Hay que ser muy hombre para sostenerme a mí en brazos!!! :-) :-) :-P Pero yo siempre he confiado en tu masculinidad, faltaría plus. Así que tienes razón.

Y respecto a la confianza ciega: una vez le decía yo a una persona a la que quiero muchísimo -a la persona que más he querido en mi vida, junto con mis padres- que, de hecho, le quería tanto que podría vendarme los ojos sin protestar, llevarme al borde de un precipicio con total docilidad, y que allí yo me dejaría guiar por sus brazos y por sus manos de una punta a otra del abismo, sabiendo que mis pies bordean la muerte, sin sentir ni un leve asomo de miedo, con una tranquilidad y una confianza totales. Y era verdad. Era literal y era simbólico al mismo tiempo, pero confiar así, de esa forma, es lo más bonito que me ha pasado en la vida. Era una forma de expresar una sensación de abandono absoluto hacia una persona, de saber que podía abandonarme a ella de forma total, que nunca había experimentado antes y que no he vuelto a experimentar.

Y hablando en general... la gente que no se fía nunca... es un poco triste. Pero todos tenemos nuestras "tristezas". La próxima vez confiaré más en ti y en tu fuerza y diré "que sea lo que Dios quiera!!" :-)