miércoles, enero 31, 2007

Cuando los caminos son distintos

Ayer pude cenar con una amiga. Hacía bastante tiempo que no la veía. El hecho de que vivamos en ciudades diferentes nos ha empujado a ello.
La verdad es que nunca nos hemos visto mucho. Siempre en ciudades diferentes. Pero antes, como parte de un grupo de amigos, organizábamos cosas en las que participábamos ambos. Era algo divertido que supongo hizo que estuvieramos un poco más cercanos.
El tiempo quiso que esos amigos nos vieramos menos. Todos seguimos caminos distintos...
Sin embargo, a pesar del tiempo y de que nos veamos menos, cuando podemos y coincidimos, lo pasamos bien, como anoche.
Me alegro mucho de que sea así.
Es cierto que en la vida con el paso del tiempo la vida nos acerca y nos aleja unos de otros. Todos elegimos un camino distinto cada vez y no siempre vamos por el mismo sendero.
Pero es muy agradable recordar en pequeños encuentros los tiempos que fueron y ver que el calor de la amista sigue presente.
Me da pena cuando los caminos aunque no se cruzan no permiten tender lineas, siquiera telefónica, desde unos hasta otros. Supongo que depende de cada uno de nosotros.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Ese tipo de amistad es muy agradable. Parece como si el tiempo no hubiese pasado. Hay relaciones que solo pueden mantenerse así por muchos motivos.

Y nunca se sabe, las cosas cambian y quizás una de esa amistades acaba cobrando importancia porque el contexto se modifica. Amistades fugazes que vuelven para quedarse.

Gaby del Río dijo...

Es muy duro tener que enfrentar esas realidades, eso es cierto, pero tampoco puedes cambiar la maravillosa sensación y felicidad que te deja verlos por lo menos un tiempo pequeño, qué bueno que puedes tener eso...
Un beso
:)

Bertix dijo...

Eso es realmente la amistad, ese es el sentimiento, independientemente de poder o no compartir más o menos momentos.

El artista antes conocido como Bosco dijo...

Te envidio. Yo he ido perdiendo esas amistades con el paso del tiempo, y estas navidades, debido a una confusión de bahhia al marcar un número, el destino se puso a punto para casi recuperar una muy importante.Pero un extraño pudor, una rara desazón me impidió ponerme a mi al teléfono.Con el tiempo pienso que quizá lo único que me pasó es que pensé que me iba a odiar el resto de mi vida si , sabiendo que no iba a hacerlo en la realidad, hubiese pronunciado esa horrible frase que me da escalofrios nada mas oirla de lo falsa que es: " A ver si nos vemos un dia".

Anónimo dijo...

Creo que sabes que yo tuve un episodio similar en un reciente viaje por Soria, en el que me preguntaba cuando el pasado dejaba de ser presente para convertirse en pasado al no poder contactar con un muy viejo amigo soriano al que me hubiera hecho mucha ilusión volver a ver aunque hubiera sido de paso y quien sabe lo mismo "volver a vernos algún día" aquí o allí :-)