jueves, enero 11, 2007

Humanidad

Me gusta de forma especial descubrir el caracter humano de la gente. Me da confianza. A veces igual en exceso. Pero me gusta.
Me explico, aun no siendo muy bueno en ello.
Es fácil conocer gente. Pero todos ponemos nuestra pequeña barrera. Y si bien muchos sabéis que soy muy social, que conozco mucha gente, etc, etc, a veces me da pereza cuando conozco a alguien y veo esa pequeña barrera, normal por otro lado de desconfianza, o de ser políticamente correcto al principio.
Pero lo que menos me gusta es que esa barrera perdure. Porque la mía, al menos eso intento, tiendo a quitarla en breve.
Hay algunas personas, sin embargo, que aún sin quererlo, tienen cierta timidez que les hace ser opacos, mantener esa barrera.
Es por ello que cuando estas personas, voluntariamente o no, me muestran algo más de como son, despiertan en mi un cariño especial.
Cuento esto porque algo así me pasó con una amiga ayer. Bueno, entre ayer y antes de ayer, en diversas situaciones que se dieron. Y aunque no entre en los detalles, merece la pena celebrarlo.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Las barreras son necesarias para la defensa. Y a veces, cada vez las construimos más altas.

Bertix dijo...

... el comienzo de la amistad siempre es el descubrimiento mutuo.

LaMaki dijo...

Las barreras son buenas como dice Fanma para la defensa, y para la inseguridad...
Siempre que voy a un trabajo nuevo (he tenido muchos, y muy diferentes) empiezo con la barrera de ser correcta y demás.. pero en cuanto me dan confianza... jajaj no hay barrera que salte yo!

El artista antes conocido como Bosco dijo...

Para mi el problema surje cuando tu has bajado tus barreras voluntariamente (porque si no la comunicación es imposible) y quien está enfrente mantiene las suyas en alto. Entiendo por tanto que para ti sea un motivo de cariño especial cuando alguien las baja de motu propio.
Quizá sea un ingenuo pero creo que esas barreras solo son miedo e inseguridad, ni siquiera timidez emtimológicamente hablando. Sigo creyendo que la gente que desconfía de otra gente confía ( y por tanto cree ) muy poco en si mismo.
Mientras tanto sigamos coleccionando conocidos querido sosías.

Tomás Ortiz dijo...

Es que cuando consigues penetrar en el espacio íntimo de alguien que no suele dejarse, la conquista es doblemente satisfactoria. Porque tendrás la seguridad de que cruzar esa barrera es sinónimo de cariño, y no de simple interés.
Saluditos apretados