domingo, noviembre 18, 2007

Gris y color

La vida nunca es colorida. A veces se tiñe de grises. Es el agrio sabor de ciertas sorpresas, unas que se reciben con humor y sarcasmo, otras que se rechazan con horror e impotencia.

Anoche estuve en Piratas Piratas, ese espectáculo de malabares chinos del estilo de los que en aquella tierra oriental un día me embrujaron. Un espectáculo que el público madrileño no conoce ni entiende como se demuestra por la masiva cantidad de niños que se perdían buscando piratas que lucharan en lugar de poder comprender los ejercicios que desafiaban a la gravedad.
Una noche de colores, de encanto hecho realidad, de magia en movimientos de personas que no temen a las fuerzas de la naturaleza y cuyos ir y venir colgados de cuerdas y palos se vuelven sensuales, provocadores.
Sin embargo los grises llegaron. Llegaron en la forma de un movimiento delicado, sutil, tan especial que nadie se percató de que no estaba programado. El cuerpo de la princesa vestida de blanco yacía inmóvil después de la caída desde 9, quizás 10 metros de altura.
Un momento de duda; espectadores que piensan aún que es parte del espectáculo; y un grito desgarrado de su compañero en escena. Un descenso prcipitado y aún estiloso y el comienzo de algo de caos. Una sala que se desaloja y policías y médicos del samur que entran a salvar a alguien que quizás nunca más podría levantarse.

Más grises en forma del morbo de padres que no guardan orden ni siquiera para proteger a sus hijos de la imagen cuando menos poco agradable. De gentes que se preocupan por su dinero antes que por la vida de alguien que trae su magia todos los días guardando detrás de ella una vida, unas inquietudes, alegrías y tristezas, un modo de vida que imagino de inocente ilusión en los años jovenes que pronto se volvió madurez con los años colgados de un trapecio.
Colores que tiñen los grises de vida en una ovación espontánea al salir el compañero, probablemente también sentimental de nuestra víctima, descanso cuando al final confirman que está consciente y se recuperará.
Es la vida que se ve correr un día detrás de otro.

Me gustaría regalaros unos colores. Para que pintéis vuestros grises.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece horrible lo que cuentas sobre el morbo. Lo he visto demasiado a menudo últimamente, pero me parece más sangrante teniendo en cuenta que había niños alrededor. Menuda sociedad estamos construyendo...

El artista antes conocido como Bosco dijo...

Que angustia caray....
Cierto lo que dice Superflicka, estamos construyendo/destruyendo una sociedad que agoniza inmersa en el mas absoluto de los desprecios a cualquier valor....

...flor deshilvanada dijo...

Que espantoso, es triste que la gente piense en sí misma, en el valor de la entrada, etc y no en los demás, como esa chica accidentada... eso es algo que no concibo.

Ojalá se recupere pronto...

Saludos Bosco, que tengas un lindo domingo

Bertix dijo...

uff, vaya susto, que sensaciones de dudas tan terribles, que tensión para finalmente saber que está consciente.

Y supongo, que a pesar de todo, todavía impresionado.

******

Unknown dijo...

Joder, vaya momento. Terrible.

Anónimo dijo...

Pues yo tb estuve allí, y me pareció indignante el morbo y la poca humanidad de alguna gente, en un lado había niños curioseando y los padres no hacían nada, y que vas a esperar, si su padre esta comentando con sus amigos entre risas la caída??? En otro lado, había 2 niños llorando y sus padres intentando consolarlos. Demasiada diferencias, entre niños de la misma edad y padres de la misma edad.

Unknown dijo...

joder! que espectáculo, madre mia! se me ha puesto la carne de gallina solo de leer tu entrada no se que hubiese sido si lo hubiese visto, pero lo que tengo claro es que no me gustaría que msi hijos viesen semejante espectáculo, la gentes es muy poco cívica"

bess

Unknown dijo...

A nadie le gustaria que sus seres queridos vieras ciertas situaciones que nada tienen de agradable. Chauuuuuuu