miércoles, septiembre 05, 2007

Erasmus

Llevo unos días que me siento especialmente práctico, pragmático. Y eso se traduce en que no soy capaz de cubrir mis siempre altas necesidades de melancolismo, romanticismo, etc. Me convierto en una persona activa, lanzada, y casi no pienso en nada.
Es por eso que hoy al ir a escribir, pensé que sería una tontería escribir de cosas cotidianas. O al menos no me sentiría cómodo haciéndolo. Así que haciendo uso de mi pragmatismo actual, pensé en un tema que pudiera devolverme, al menos por unos minutos, mi estado de melancolía habitual, ese que tanto me gusta y que caracteriza a Bosco, a esa personalidad mía que supuestamente escribe y qe aunque viva, ya no tiene ni la mitad de glamour del que tuvo en aquellos tiempos gloriosos de finales de siglo (algunos Halloweens que lean esto seguro que lo recuerdan y quizás incluso se atrevan a hacer algún comentario sobre aquella etapa)
El tema elegido fue entonces los erasmus. Quizás porque mi época como tal hace ya casi 10 años fue una de las más melancólicas.
Ojo que la palabra melancolía no es trágica ni mucho menos. Todo lo contrario. Uno se puede sentir muy feliz mirando un atardecer melancólico de otoño, recordando tiempos vividos y pensando en tiempos por vivir, o descubriendo nuevas reflexiones en una playa al atardecer, palabras y conversaciones que quedan para el recuerdo, por ejemplo, antes de un gran evento. En fin, situaciones que me vienen a la memoria.
Pero no nos desviemos. Quería hablar de los erasmus, esos que ahora son tan distintos a los que eramos hace diez años pero cuya esencia es la misma. Y no precisamente por el sobrenombre que nos acompañaba, el de orgasmus, sino por todo lo que la experiencia en sí traía.
Mucho se puede decir. Bueno y malo. Podemos escribir un relato, contar de que sirve, para aprender a conocer otras culturas, otras formas de hacer las cosas, de estudiar, pero sobre todo de vivir, de forma totalmente libre. Porque ahí está el quiz de la cuestión.
La vida del Erasmus permite huir del mundo de siempre, de la gente de siempre, de las obligaciones de siempre. Muchos son los que en mi periplo encontré que simplemente huían sin saber muy bien de qué. Muchos sin saberlo. Quizás yo mismo incluso. Pero también son muchos los que encuentran.
Yo encontré nuevos amigos, una nueva vida, libertad. La libertad es muy importante. Porque por un tiempo se pierden las obligaciones. Si, hay que estudiar, pero los niveles no son lo que debían ser y la vida deja libertad, mucha libertad. Para correr por sitios nuevos, descubrir nuevas gentes, nuevas formas de vida, para ir a fiestas, cometer pequeñas locuras, algo, o mucho desenfreno...
Muchos dirán que el orgasmus está bien puesto, por aquello de las fiestas, del desenfreno.
Pero no debe quedarse la vida de uno ahí. Porque después de cada fiesta, hay un final más o menos diferente, un baño en algún rio/piscina/mar, un amanecer en nuevas compañías, también un resaca importante.
Nuevos bailes que entender, nuevas formas de interaccionar, nuevos sitios que ver, nuevas costumbres.
Y hay anécdotas, muchas anécdotas que contar y que recordar.
Al final todo es nuevo. De ahí que la cosa resulte tan especial.

Y aunque se viaje y se conozcan sitios, pocos son tan queridos por los recuerdos como aquellos donde nos sentimos erasmus libres.

Creo que todo lo que he puesto antes no es más que una sucesión de cosas sin mucho sentido. Es el pragmatismo de hoy, que no deja paso libre a los sentimientos. Pero aunque las palabras no sean capaces de expresarlo, los sentimientos están ahí, los recuerdos de algo que por muchas cosas fue especial.

4 comentarios:

Always Candy dijo...

Tiene que resultar bastante chulo eso de ser Erasmus,.... lo que dices, viajar, conocer gente, nuevas costumbres,... muy melancólico para con el tiempo,.... narrárselo a los nietos.

Un beso!

Bertix dijo...

Yo tan solo conozco un par de personas que han disfrutado de esa beca y han vuelto encantadas. Además, dicen que no es tan difícil conseguirlas porque no se presenta demasiada gente.
Viajar a otro país, siempre es una oportunidad.

Como anécdota, yo podría contarte que unas cortinas de cocina que ya no usaba sirvieron para la cocina de la hija de una amiga que se marchó con la beca xDDD

No es que yo sea tan mayor, eh!!! es que mi amiga ya es abuela ....

El artista antes conocido como Bosco dijo...

Desde luego lo que mas llama la atención , o al menos la leyenda urbana de los Erasmus ( al menos en España) es el Master de Sexo y Juergas que viene conjuntamente con la beca. En otros países no se , pero supongo que, como en España ese Master lo llevamos hecho , al Erasmus Español lo reciben con los brazos abiertos para que predique.....

Mara Jade dijo...

La melancolía casi siempre suele aparecer en los atardeceres... por qué será?