martes, julio 31, 2007

Cayendo suavemente

No es una tierra que haya despertado en mí gran interés, quizás si curiosidad. Debe sr por eso que hasta ahora practicamente no había viajado por allí aparte de alguna escapada laboral.
Sin embargo, este fin de semana he caído suavemente en el embrujo de aquellas en las que nadie cree pero haberlas "haylas".
Vigo es una ciudad soñadora. De aquellas que creenen su propio sueño. El que transmite a sus habitantes, a sus edificiones que aún grises reflejan el brillo de las calles remodeladas, de los hoteles antiguos venidos a nuevos, del paseo del puerto con su primera copa, sus Mai Tais, su pescado del día cocinado con el cariño de una cocinera que después de 20 años mantiene la ilusión del primer día. Pontevedra es una señorita engalanada en su barrio antigüo, que podría ser, sin serlo, medieval. Con sus recovecos llenos de bares de copas, sus señales azules que marcan el camino al peregrino, sus soportales, su iglesia en ruinas, en pleno centro, sus placitas, delante y detrás del teatro principal.
Une ambas ciudades una carretera moderna desde la que vemos la ría, testigo del paso del tiempo, de las gentes que van y vienen. Del gris del invierno que queda camuflado en el sol de este fin de semana. De sus pescadores, que descansan en la noche, reflejados en las mejilloneras y en los barcos amarrados en puerto.
Las Cies observan también, desde la frontera, donde protegen la entrada. Donde los buzos nos sumergimos en una selva de algas y vida.
Apenas 10 metros bajo el mar mi alma se convierte en la de un explorador perdido en la jungla de algas de mil tipos y colores en las que se esconden los animales más imposibles. Las estrellas, blancas, lucen en la oscuridad. El azul verde amarillo trae la vida y el color que puede faltar en invierno en la superficie. Un tesoro por descubrir bajo las aguas.
Y sin darme cuenta al partir, quedo enamorado de los colores, de las caras. De los ojos oscuros de una princesa, del lego y su malibu, de la playa de Samil donde sin siquiera camareros en el chiringuito la música nos lleva a costas coloniales y tiempos de mediados del siglo pasado.
Me quedo con un acento portugués que se escapa, con el agua verde y los ojos azules, con los pantalones vaqueros que marcan el acento gallego que sin darme cuenta se me pega.
Y sin más regreso, convencido de que pronto voy a volver.

Me retiro unos días. Benidorm y la vida familiar primero; el misterio croata después.
Será a partir del 20 cuando vuelva a escribir por estos lares. Entre tanto, seguramente la boscoweb se actualice. E incluso podamos ver el resurgir de un imposible single place.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No me lo creo: ¿cambias Galicia por Benidorm? Si es como cambiar el champán por el donsimón... (O a lo mejor es que me gusta tanto Galicia que no soy objetiva, que todo puede ser)

Bosco dijo...

Bueno, hay que estar a todo...
Y Benidorm guarda amigos y familiares...
Pro son pocos días, eh? que enseguida después llegará Croacia

Always Candy dijo...

Coincido con superflicka,... Galicia es maravillosa. Pásalo muy bien en Benidorm,... o no se si decirte: "Aguanta!!" jejje
Felices vacaciones!!

Anónimo dijo...

¿¿Croacia?? ¿En serio? Halaaaa qué envidia!! Eso sí lo tendrás que contar, que me muero de curiosidad ^^

(Por cierto, ¿en qué quedó aquello del encuentro entre Boscos? Que me quedé con el intríngulis...)

Unknown dijo...

Puede haber más contraste? Benidorm y Croacia. Así disfrutarás más de la segunda.

Estuviste buceando en las Cies? Cabrito!! que envidia.

Vigo me gusta mucho, tiene una marcha muy especial y me encantan las tabernas antiguas del casco antiguo.

Bosco dijo...

Vigo está muy bien. Pero me gustó más Pontevedra. tenía algo más de encanto para mí.
Aquí en Benidorm no hay tanta gente como otros años. Y, bueno, es una tradición, para ver a familia y amigos que, que le vamos a hacer, viven aquí. En cualquier caso, sabiendo buscar, tiene sus cosas buenas.
Las Cies geniales. Te las recomiendo. Como una selva pero bajo el mar.
De Croacia ya os contaré. Que esto ha sido una conexión fugaz.
Los Boscos no nos hemos encontrado aún. Mi tocayo hace mucho que no actualiza su blog!

adhará dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.