viernes, julio 13, 2007

Almagro

http://www.festivaldealmagro.com/
Hace ya un par de años que por estas fechas me dejo engatusar por el teatro clásico. Almagro no pilla muy lejos de Madrid y aunque resulta difícil encontrar alojamiento dada la fama que ha adquirido, Ciudad Real, a pocos kilómetros siempre ofrece un lugar de descanso que es, ademas, mucho más económico.

Las obras de teatro son como un sueño de verano de Shakespeare. Buen tiempo, quizás algo de brisa en la noche en el patio de un un antiguo monasterio o en un retablo o corrala del lugar. La gente en silencio. La luna sobre nuestras cabezas. El misterio y la magia flotando en el ambiente donde ni siquiera los móviles despistados se atreven a sonar.
Un escenario que se ilumina y que me trae a la cabeza momentos de magia, de gloria pasajera. De aplausos.

Esta vez vivo mi teatro particular. La representación de una obra que es mi vida. En la que por una vez las decisiones van a tener un peso específico.
Supongo que no se pueden dejar pasar los trenes. Pero cuando en el andén hay 3 trenes y no sabes a donde lleva ninguno, puedes caer en la indecisión de qué hacer, en cual subir, en el lamento de fijarte en uno desde un vagón de otro al partir de la estación. Puedes entonces dejarte llevar por la rabia. Y en ese momento romper el vagón en el que vas por dentro. La tapicería cuidada, roja, de los asientos, los quinqués que iluminan, con su aceite, sobre las mesas. Todo ello ante la mirada recriminatoria del personal del tren.

El año pasado en Almagro no estaba seguro de querer montarme en un tren y lo dejé pasar. Esta vez no sé que haré. Los trenes son otros. Hay demasiadas líneas en esta estación.
Pero creo que aún a riesgo de equivocarme subiré en uno de ellos. Se bien en cual.
Y de nuevo como cuando subía al escenario, comenzará la función.
Focos, caras del público llenas de espectación, y una obra que improvisaré según pase el tiempo ante la mirada curiosa del Cristo de los Gascones, referencia segoviana, tan en boga en estos días en círculos cercanos.
El Patio de Fúcares espera.
Solo espero no recibir tomates.

Atentos al telón que se levanta; el verano comienza. Vigo, Cartagena, Toledo, Madrid, Venecia y Croacia esperan.
Almagro is already there.

Y todo esto, estando totalmente retirado de los escenarios. Que paradojas tiene la vida.
¿Hasta cuándo durará el carnaval?

1 comentario:

Unknown dijo...

Suerte!!