domingo, septiembre 07, 2008

Rumbo a alguna parte

La puerta del control se deslizo a ambos lados con su zumbido habitual. Detrás de mi se escuchaban gritos, señales de alarma, luces rojas que giraban indicando el inminente peligro. Pero sólo pude escuchar el zumbido de la puerta, más aún cuando esta se cerró a mis espaldas.
No había nadie vigilando la puerta como antaño, cuando dos agentes custodiaban la entrada al puesto de control de la nave.

No me sorprendió.

Tampoco me resultó extraño que nadie se ocupara de pilotar. El centro de control aparecía desierto. Nadie el el puesto del comandante, ni en los puestos de navegación. Un cuerpo yacía en el suelo a la derecha, junto al puesto de comunicaciones.

Quise mirar quien era, girar su cuerpo para identificar qué compañero había sido el úlitmo en luchar porque nuestra empresa tuviera éxito; pero pronto olvidé que algo de él aún quedaba allí y comenz´a andar, despacio, embrujado por el tenue y armónico brillo de la señal amarílla de mensaje entrante.

Muchos mensajes de emergencia se acumulaban ahora en el centro de control. Sin embargo, pude recordar con nitidez tiempo atrás cuando caminábamos ciegos hacia nuestro incierto sino. Recordé aquellos momentos en los que ningún mensaje pudo alentarnos.

Mientras, delante de mí se mostraba la hecatombe que ocurría a nuestro alrededor, aquel planeta desolado bajo nosotros y tantas naves de la flota luchando en medio de del vacío espacial por un hueco en la historia particular de cada uno de nosotros.
La luz tenue del sol cubría todo de un brillo blanquecino que por un instante me hizo pensar en tantos viajes al otro lado fruto, quizás, de los miedos y terrores de la humanidad.

Pero ¿cómo podía ser que hubieramos llegado hasta allí? ¿cómo podía ser que aquella nave llena de vida, envidia de la comunidad por sus fiestas, sus actos sociales, aquella que no conocía la derrota en su obsesión por cumplir con su deber, aquella cuya tripulación se hacía llamar familia, envidia de tantas tripulaciones y de la que toda la flota estelar se sentía orgullosa, cómo podía ser que hubiera terminado así?

No hay peor derrota que aquella en la que no hay enemigo; en la que luchamos contra nosotros mismos, contra nuestros miedos, nuestros rencores, nuestras virtudes...

Ahora todo quedaba atrás. Y sin embargo aquí me encontraba yo, buscando una respuesta, buscando una ¿solución? Mirando atrás sin ni siquiera pensar en las razones de tal desastre. En plena transformación hacia el futuro.

De nuevo escuché el zumbido de la puerta de acceso. No quería saber quien era.
Supongo que en la esperanza de muchos de los que ahora corrían estaba la lejana idea de verme aquí, tomando de nuevo el control y emprendiendo un nuevo camino para todos.

Pero no quise mirar atrás. Ya era demasidado tarde. mientras disponía las instrucciones en el computador para desprender el control del resto de la nave creo que alguien habló. Fueron las últimas palabras antes de escuchar por última vez el zumbido de las puertas al cerrarse.
Era demasiado tarde para mirar atrás o para intentar salvar algo del pasado.
Sólo los recuerdos de los buenos momentos vividos y la lección de la experiencia me acompañarían en el nuevo camino. Un camino hacia el cambio que empezaba en este momento. Un camino que me despegaba definitivamente del pasado.
Un brillante futuro esperaba allá delante.

5 comentarios:

Spica dijo...

"Un camino hacia el cambio que empezaba en este momento. Un camino que me despegaba definitivamente del pasado.
Un brillante futuro esperaba allá delante."...
...eso desearía yo...un cambio en todo...dejar atrás mil cosas y empezar de cero...pero con esa mentalidad práctica que me han educado y todos mi prejuicios...no me animo a cortar de raíz...por ello cuando me encuentro con alguien, como hoy contigo, que expresa deseos y decisión...le animo a que siga adelante...porque no siempre lo malo conocido es lo mejor...ni es peor lo bueno por conocer...animo amigo Bosco si es que emprendes algún cambio en tu vida, se que capacidades no te faltan y teniendo ganas...ya tienes ganada la mitad de la partida...un abrazo...

Bertix dijo...

Adelante!

Unknown dijo...

Pues creo que lo enfocas con fuerza y eso es lo más importante.

Erika dijo...

Sigue adelante y con toda tu fuerza.

Me quedo esta frase

"No hay peor derrota que aquella en la que no hay enemigo; en la que luchamos contra nosotros mismos, contra nuestros miedos, nuestros rencores, nuestras virtudes..."

Qué verdad más grande pero me da que tú no vas a salir derrotado.

Unknown dijo...

relatos? que lio! yo debería pasarme por aqui más habitualmente que cuando vengo ya no pillo el hilo.

besis