lunes, agosto 27, 2007

Ladridos de desidia

¡Qué títular tan...! Desde luego no parece encajar en un post de este blog. O quizás sí.
Yo creo que no. Porque el alma de Bosco nunca hablaría así en una noche de este verano terminal que nos trae un Septiembre adelantado.
Pero así es la vida. Y el titular se impone.

Pero dejémonos de porqué si o porqué no...y entremos en materia. Pues el curso escolar se nos echa encima.
Y es que Septiembre es tiempo para volver a la vida. Esta semana he visto muchos más coches en mi camino a la oficina. Claro está que ya no los sufro y no soy capaz, por tanto de dimensionar si la ciudad ya está viva. Pero si noto la vuelta a la vida de muchos de nosotros. La oficina ya está más llena, a parte del fantasma y de mí. Y las tareas empiezan a pesar de nuevo.

Como todo verano que se precie, este también da punto y final a una historia de amor. Supongo que a muchas. Y no precisamente de adolescentes, o de verano. Es otro de los grandes clásicos del verano. Siempre y cuando se le pueda llamar amor, claro.
Y los alumnos veraniegos se enfrentan a los exámenes que la semana que viene les caen encima. Noto su angustia en las clases de la tarde. No de todos, claro, ya se sabe.

Me encanta el viento de Septiembre. Los días que se terminan antes. La trepidante acción de la vuelta a la vida. Los planes y propósitos de futuro. Las nuevas actividades.
Siempre me han encantado esa decadencia, de tiempo vuelto en ciudad decrépita. Este año, sin embargo, la cosa cambia. Cambia porque la sangre no ha vuelto a circular a la velocidad de antaño. Quizás porque este trabajo se relentiza más y más, quizás porque la ilusión viaja ya de resabida presa de su propia experiencia. Quizás porque la desidia ya no se ve como un picotazo de coca en la sangre que te doblega en un sueño de nostalgia paz y felidad.

Por eso salto como un gato. Ladrando con rabia. Con las garras afiladas, los colmillos hambrientos de sangre olvidando que el ladrido del animal no encaja con su falta de sentimientos. El perro maulla en mi interior con cara de pocos amigos, un llanto lastimero que los ladridos del gato callan. Preparado, imparable, para saltar y atacar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiempos de catarsis......el carrusel esta de nuevo girando. ¿Proxima parada?....

Bertix dijo...

desidia, oh oh, al borde del mar ...

Acaso no somos dueños de nosotros mismos???? Habrá que reinventarse, como Ikea ;-)

El artista antes conocido como Bosco dijo...

¿esta de mas decir que, por enésima vez , estoy igual y pienso lo mismo?

Excepto que mi oficina no tiene fantasma ( fantasmas si , pero de otro tipo ) , por lo demás me estoy empezando a preocupar.... voy a poner en el guguel "existencia paralela" a ver que sale.......

Anónimo dijo...

Jajajajaja...

Fdo: el fantasma del edificio

Always Candy dijo...

Es verdad que ya hay más gente "viva" en Madrid, en el tráfico, las calles, las casas tienen más luces al caer la tarde y como no,... ya está volviendo la gente de la oficina e vacaciones.

Creo que ese viento es el que más me gusta,... el de septiembre, será porque se acaba el verano¿?

Besos!!!