lunes, mayo 22, 2006

20 o 30

Siempre quise ir, a LA, dejar un día...esta ciudad. Cruzar el mar...en tu compañía.

Todos alguna vez tenemos 17 años. Todos alguna vez tenemos sueños de jovenes llenos de vida que corren en sus vacaciones la vida hasta el último momento. Todos sentimos pasiones fuertes en el corazón

Pero ya hace tiempo, que me has dejado, y probablemente, me habrás olvidado. No sé que aventuras correré sin ti

Pero todo sueño tiene un despertar en el que nos damos cuenta de que la vida no es tan bonita como nos la pintaron. De que las cosas aun ocurriendo como esperábamos no son tan ideales. Y de que nadie es perfecto en este mundo. Nosotros tampoco

Y ahora estoy, aqui sentado, en un viejo cadillac segunda mano,

Creo que Loquillo se refería a esa época de los veinte y pocos en que algunas personas empiezan a descubrir la vida. Reciben sus primeros golpes y llegan esos momentos de desdicha sentimental.

Pero aún con la carrera profesional empezada, si se tercia, la carrera académica terminada, quedan unos maravillosos años, hasta allá por los treinta y pocos en los que la vida es maravillosa. Igual de maravillosa que en cualquier otro momento diría alguien.

Esa época a veces termina. Cuando la vida de la gente cambia. Cuando las emociones fuertes se quedan en casa. Ahí se impone la necesidad de un cambio que ahora veo que empiezo a sufrir.
Pero si bien es divertido disfrutar de la melancolía, bien preciado de los románticos del XIX, también hay que disfrutar de los retos del cambio.

Disfrutamos?

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